La mayoría de personas intuye que el mundo luego de esta cuarentena ya no será el mismo. Obligadamente debemos responder: ¿Qué tipo de mundo queremos? Y en nuestro caso: ¿Qué tipo de educación queremos y proponemos?
Nuestra respuesta es: Una Educación Trascendente. Una educación que roce la eternidad
El paradigma de la Educación Inferior está obsoleto. “Educación Inferior” es aquella que opera en el Universo de Newton, en la cual las materias están atadas al tiempo-espacio. ¿Recuerdas cuando el bachillerato académico duraba tres años y podías elegir entre humanístico, químico-biológico y físico-matemático? Si elegiste el último y cursaste las dos físicas (común y vocacional) de seguro traerás a memoria que aunque Einstein ya había desarrollado la Teoría de la Relatividad varios años atrás, ni siquiera nos introdujeron al adjetivo calificativo “cuántico”. Y es que la sola idea de que toda la materia es energía hace tambalear hasta el más cuerdo de nuestros días. Pero no solo eso…
Einstein nos introdujo a un mundo que se acerca más a la Eternidad, a ese sentido de trascendencia que tanto anhela el ser humano. Para acceder a este Universo necesitamos romper todos los paradigmas en los cuales Occidente ha operado. Entre esos paradigmas se encuentran estructuras sociales, económicas, políticas y por supuesto educativas.
En la Educación Trascendente -a la cual nos está empujando el coronavirus- la mente se abre a materias que transitan más allá del espacio-tiempo.
El cerebro se vuelve receptivo a propuestas curriculares que nos permiten y nos empujan a formular preguntas expansivas tales como: ¿Para qué estoy aquí en la Tierra? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Hacia donde va el Cosmos? ¿Para que sirve la Eternidad si no tengo un sentido existencial? ¿Qué es la Consciencia? ¿De qué sirve jactarnos de lo grande que somos si un minúsculo ser nos puso boca abajo? ¿Acaso la grandeza no estará en reconocer nuestra finitud?
Paradójicamente la Educación Trascendente nos eleva como personas al ubicarnos en el lugar que nos corresponde: La nada (en Física esto se conoce como el espacio vacío). Sólo los estudiantes modestos y humildes estarán listos para el nuevo mundo que ya comenzó.
Se necesitó de un virus para que el mundo se detuviera. La educación que conocimos debe detenerse también. ¿Acaso no estamos aprendiendo esta lección?
Por: Keneth Menjívar, Miembro del Consejo Directivo de la Escuela Alternativa #ÁrbolDeVida